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Caso Micaela: El dueño de lavadero sumó datos clave sobre el sospechoso

miércoles, 5 de abril de 2017


Néstor Pavón, el propietario del lavadero en el que trabajaba Sebastián Wagner (el "Melli") confirmó que la mujer del sospechado por la desaparición de Micaela García confirmó que el sujeto tenía dos lastimaduras el domingo. Una en el cuello, a la altura de la tráquea, otra debajo de un ojo. "Le dijo que se había peleado con otro tipo", reveló Pavón. 


La última en verlo fue su señora, el martes a las 3.30 cuando se levantó y se fue de la casa diciéndole a ella que tenía que presentarse en el lavadero para desbarrar un camión. Pero mintió y desde entonces su paradero es incierto.

Pavón comentó que el lunes fue la última que vez que vio a Wagner, quién le manifestó estar 'deprimido' y sus intenciones de irse de Gualeguay. "Me dijo que no quería estar más acá. Que se quería volver, porque extrañaba a su familia. Te voy a devolver el auto porque no te lo puedo pagar, me agregó", fue el testimonio revelador de cómo fueron las últimas horas del principal sospechoso de la desaparición de Micaela.

Consultado sobre si llegó a ver una pala embarrada reveló que "el sábado andaba con una pala de punta en el baúl. Supuestamente es del lavadero. Estaba ahí y se lo dije al Jefe de Investigaciones. Se la llevaron para investigar, pero esa pala estaba en el lavadero, porque se usa para limpiar zanjas".

El propietario del lavadero donde encontraron el vehículo vinculado al caso Micaela señaló que "preguntaron a quién pertenecía el auto y les dije que era de uno de mis empleados". "Me dijeron que necesitaban hacerle pericias", comentó Pavón.

"Wagner trabajaba en el lavadero hace aproximadamente dos meses y medio o tres", informó su propietario. "El viernes llegó bajoneado, diciendo que se había peleado con la mujer, que lo había echado. Me dijo que no tenía ganas de trabajar, que todo le salía mal", rememoró Pavón. "Yo lo hablé, y le dije que piense, que se deje de hinchar las pelotas, que era joven y tenía toda la vida por delante", agregó.

Al parecer, el viernes por la noche, Wagner habría protagonizado una discusión con su mujer, por lo que su jefe le ofreció techo y comida. "Pasó por casa a las 23, me dijo: ´No doy más de hambre´, así que fuimos a comer con mi nene de 13 años. Fuimos en este auto (el Renault 18 Break)", recordó Pavón.


El sábado 

"El día sábado Wagner no se presentó a trabajar, la señora me mandó un mensaje de texto diciendo que estaba descompuesto y que no iba a poder ir a trabajar, y el sábado a la noche hablé con él cuando fue a cobrar y me pidió manguerear el auto porque se le había embarrado Le dije que sí, que lo hiciera rápido porque ya nos estábamos yendo. Lo traté medio cortante porque me había fallado laboralmente el día anterior", rememoró.

Asimismo el propietario del lavadero rememoró: "El lunes se presentó a trabajar a la mañana, al mediodía dejamos, a las 14:30 hs. arrancamos de vuelta y en un momento dado (Wagner) le dice a uno de mis empleados que estaba mal y se iba, que no podía trabajar así y se fue para la casa sin dar explicación".

"El lunes de noche cuando terminé de trabajar me fui para la casa, lo pasé a buscar, lo hablé y le dije que qué le pasaba, qué problema tenía, si iba a seguir trabajando o haciendo acto de presencia y yéndose, le dije que si no quería trabajar que me dijera y yo buscaba a otro. Me manifestó que no se sentía bien, que estaba mal anímicamente, que no quería vivir más, se quería matar".

"Él (Wagner) me había dicho que se sentía mal porque tenía problemas con la señora con la que vivía y le dije que se fuera a vivir a otro lado. El martes no se presentó a trabajar y a media mañana pasó la señora a buscarlo, a preguntar por él porque supuestamente a la madrugada él había tenido que ir a lavar un camión, lo cual no es cierto porque habíamos dejado una camioneta arriba en el lavadero porque estaba con la caja de cambios rota para lavarla al otro día temprano y no se presentó a trabajar".

"Laboralmente, nunca había tenido un traspié. Él me comentó que había purgado una condena, que ya la había cumplido y tenía que ir a firmar una vez al mes e ir al psicólogo, también una vez al mes. Pero él era muy cerrado, no era de hablar mucho", comentó Pavón.

Cuando se lo consultó al dueño del lavadero sobre cómo tomó las sospechas en torno a su ex empleado, éste aseguró: "Yo me quedé anonadado, sin palabras, porque no daba la pauta de ser un degenerado, nunca tuvo un episodio con una clienta".

En la oportunidad, sostuvo que la madre y el padrastro de Wagner viven en Buenos Aires, y el hermano mellizo estaría radicado en Concepción del Uruguay. (Fuente: Elonce.com).