El calvario de una chica de 19 años acosada todos los días por un desconocido


Evelyn Monío tiene 19 años. Desde hace una semana que no para de recibir mensajes de un acosador que conoce todos sus movimientos. La sigue, la vigila, pero en la fiscalía le dijeron que el sujeto no cometió ningún delito.

Miedo, dolor, desesperación, angustia. Son algunos de los sentimientos por los que Evelyn Monío, de 19 años, pasa todos los días desde el miércoles de la semana pasada, cuando recibió un mensaje que le pareció un chiste.

Sin embargo, no era una broma y tampoco duró un rato. Desde entonces y hasta ahora, un hombre la acosa permanentemente y la hostiga con mensajes desafiantes en su teléfono celular.


La sigue, la vigila, conoce todos sus movimientos. Cuando ella está en la calle, él le dice cómo está vestida, cuando encuentra a un amigo en la calle, enseguida llega un mensaje preguntándole quién es, cuando no va al gimnasio le pregunte por qué, y cuando no le contesta la insulta y la amenaza. Siempre desde un  número desconocido.

Incluso, le llegaron a mandar hasta una foto de la puerta de su trabajo y le dieron la dirección correcta de su ex novio, con quien no está desde hace un año.



Los mensajes del horror

“Hola, no me vas a ignorar como siempre, me ignorás porque desconocés mi número, no importa princesa, ya te conozco lo suficiente”, fueron las primeras palabras que recibió de parte un número desconocido. Como era de noche y pensó que era alguien que estaba haciendo bromas, bloqueó al destinatario y se olvidó del tema.

Sin embargo, al día siguiente a las 3.30 am, le llegó otro mensaje que le causó escalofríos: “Estoy afuera, hace frío, ¿no me abrís?”. Allí supo que algo extraño pasaba y aunque trató de bloquear cualquier contacto, finalmente el acoso siguió y fue cada vez peor.


 Evelyn tiene 19 años y vive en la localidad de Villa Tesei, en el partido de Hurlingham. Desde que comenzó el acoso no puede vivir como lo hacen el resto de las chicas de su edad. El miedo la paraliza. Sale siempre acompañada de alguien, trata de no quedarse sola en su casa, y cuando va a su trabajo, ruega que cada vez que finaliza su jornada no esté su acosador en la puerta.

Lo cierto es que la chica hizo la denuncia en la Fiscalía N° 3, el jueves 4 de mayo. Allí, los funcionarios dejaron asentado que Evelyn sufre un acoso diario a través de Whatsapp y mensajes de texto, pero no pudieron hacer más que eso ya que le dijeron que la actuación del hombre no era un delito.


Ahora, asustada y desesperada, la víctima decidió dejar de hacer sus actividades habituales. “Sé todo de vos, quién te va a buscar y quién no, sé con quién hablás, con quién no, quién te va a buscar, toda tu ropa, conozco hasta tus perfumes. Sos mía en mis sueños y en mi realidad, lo vas a ser, no te descuides que vas a ser mía”, le escribió el acosador.



Un día, cansada de las llamadas y mensajes, la joven le consultó cómo consiguió su teléfono y él dijo que la vio en un kiosco y decidió que a partir de ese momento ella tenía que ser suya. No le explicó a si había escuchado el número en el kiosco, pero se supone que  lo obtuvo.de esa forma.

“Un día saliste de tu casa, fuiste a cargar crédito al kiosco que está en la esquina, yo compraba chicles. Te conocí en la calle, te vi en la plaza con tu ex novio, de ahí no te pude sacar de mi cabeza, yo sé que cruzamos miradas y que me viste y siempre me ignoraste”, fueron las palabras que utilizó el agresor para contarle a Evelyn desde cuando la conoce. (Fuente: El Día).

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