Advierten que los perros y otros animales se pueden llegar a morir por golpes de calor

 Recomendaciones del veterinario local Oscar Miranda

      

      El médico veterinario local Oscar Miranda advirtió que los perros y otros animales se pueden llegar a "morir de calor" si se los expone demasiado al sol del verano y no se los hidrata ni refresca adecuadamente.

      En una entrevista difundida esta semana en Delco Noticias, explicó que los perros afectados por golpes de calor no quieren moverse, tienen la cabeza caliente y presentan una mirada como de angustia, entre otros síntomas. Ante esa situación, aconsejó pasarles agua fría o hielo en la nuca, ya que "ahí tienen una zona reguladora de la temperatura".

      También se puede refrescarlos con agua de la manguera o de un fuentón, siempre con el fin de reducir el calor "a niveles compatibles con la vida". Miranda subrayó que "no cuesta nada mojarlos varias veces al día", a medida que vayan secándose por la propia temperatura del ambiente.

      Además recomendó llevar el perro a algún veterinario para que le ponga un antipirético y consiga bajarle la temperatura hasta los 38,5º, que es su nivel habitual.

      Lógicamente, recalcó que de ninguna manera se debe dejar a los animales expuestos a los rayos del sol o en habitaciones cerradas y calurosas.

      "Los perros no transpiran sino que disipan el calor a través del jadeo, y por eso se cree a veces que están con sed, cuando en realidad tienen mucho calor. Por supuesto que deben tener agua a disposición, pero lo importante es que estén en un lugar fresco", recomendó el profesional.

Ponerse en el lugar del perro

      Miranda dijo que muchos dueños "no se ponen en el lugar del perro": parecen olvidar, por ejemplo, que algunas mascotas tienen patas muy cortas y pueden llegar a sufrir cuando acompañan a sus dueños en trechos muy largos o una velocidad algo elevada.

     

      "Si queremos tenerlos, debemos tratarlos bien. No hay que irse al extremo de humanizarlos ni de prenderles el aire acondicionado, sino simplemente saber que ellos viven a una temperatura y a una distancia del suelo diferente a la nuestra. Los perros chiquitos están prácticamente sobre el pavimento, los mosaicos y otros lugares donde se irradia el calor", puntualizó. 

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"No son de esta zona"

     

      Miranda pareció cuestionar el intento de introducir en nuestra zona a razas de perros originarios de regiones frías: por ejemplo, el pastor inglés, el labrador y el siberiano.

      Sobre estos últimos, explicó que "tienen un manto de 'subpelo', que si bien los protege de las bajas temperaturas", también los hace "sufrir espantosamente" en veranos de 40º como los de estos días en Villaguay.