Seguramente te ocurrió alguna vez que de golpe te empieza a temblar el párpado y no sabés por qué. La respuesta es sencilla: el estrés, la fatiga o el consumo de cafeína. También puede deberse a un efecto secundario de ciertos medicamentos. El término médico de este suceso es blefaroespasmo.
Los más comunes son:
– Fasciculaciones o espasmos repetitivos e incontrolables del párpado (con más frecuencia en el párpado superior).
– Sensibilidad a la luz.
– Sequedad ocular.
– En los casos más severos y avanzados, disminución de la visión.
El blefaroespasmo casi siempre desaparece sin ningún tratamiento. Sin embargo hay ciertos hábitos que al hacerlos ayudan a que se vaya antes:
– Descansá más. Una de las causas es la fatiga, por lo que si dormís más tiempo podés solucionar en parte el problema.
– Disminuí el consumo de cafeína. Dado que es una de las causas por las que se producen, si lo
– Lubricá los ojos con gotas oftálmicas.
Lo recomendable es ir al médico en el caso que los temblores no desaparecen al cabo de una semana, las contracciones cierran el párpado completamente, los espasmos comprometen otras partes de la cara o si tenés enrojecimiento, hinchazón o secreción de un ojo porque podría tratarse de otros tipos de blefaroespasmo. (Fuente:
TN).
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