En un sencillo pero muy emotivo acto, Carlos Pipi Amarillo, el conocido herrero solidario de Nogyá, donó una bici-silla por él construida para los chicos de la Escuela de Educación Integral Nº 5 "Alborada" de General Ramírez.
Este viernes a las 10 de la mañana, Carlos llegó a la escuela y los niños lo estaban esperando ansiosos por conocer la bicicleta que los ayuda a movilizarse y a la vez les es útil como elemento de integración.
“Simplemente llamé a las autoridades de la escuela y les informé que había hecho una bici-silla para entregárselas. Así que organizamos un horario donde se encontraran todos los chicos”, contó Amarillo.
“Paseamos con los chicos y les di una clase a las maestras para que la puedan utilizar”, dijo el herrero, quien agregó que pudo realizar este medio de transporte integrador gracias a la donación de materiales que aportaron vecinos de Nogoyá y Ramírez.
“Los chicos estaban esperando para que llegara la silla y después hicimos vueltas por turnos, para que todos pudieran participar. Estaban muy contentos. Uno de ellos, mientras lo llevaba, dio vuelta su cabecita y me dijo simplemente ‘gracias’”, relató Carlos con emoción.
No es la primera vez que el nogoyaense realiza estos actos solidarios. En septiembre del año pasado entregó una bici-silla de ruedas a la Escuela Integral Nº 8 "Arca de Noé" de su ciudad. Además fabricó una grúa arnés especial para entregar a los encargados de la pileta del polideportivo de la misma localidad.
Seguramente habrá más gestos como estos, para lo cual necesita seguir contando con la colaboración de quienes aportan materiales indispensables para la fabricación de estos elementos.
Este viernes a las 10 de la mañana, Carlos llegó a la escuela y los niños lo estaban esperando ansiosos por conocer la bicicleta que los ayuda a movilizarse y a la vez les es útil como elemento de integración.
“Simplemente llamé a las autoridades de la escuela y les informé que había hecho una bici-silla para entregárselas. Así que organizamos un horario donde se encontraran todos los chicos”, contó Amarillo.
“Paseamos con los chicos y les di una clase a las maestras para que la puedan utilizar”, dijo el herrero, quien agregó que pudo realizar este medio de transporte integrador gracias a la donación de materiales que aportaron vecinos de Nogoyá y Ramírez.
“Los chicos estaban esperando para que llegara la silla y después hicimos vueltas por turnos, para que todos pudieran participar. Estaban muy contentos. Uno de ellos, mientras lo llevaba, dio vuelta su cabecita y me dijo simplemente ‘gracias’”, relató Carlos con emoción.
No es la primera vez que el nogoyaense realiza estos actos solidarios. En septiembre del año pasado entregó una bici-silla de ruedas a la Escuela Integral Nº 8 "Arca de Noé" de su ciudad. Además fabricó una grúa arnés especial para entregar a los encargados de la pileta del polideportivo de la misma localidad.
Seguramente habrá más gestos como estos, para lo cual necesita seguir contando con la colaboración de quienes aportan materiales indispensables para la fabricación de estos elementos.
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