Desde hace ya varios años, el vecino Mario Araujo lleva adelante una lucha permanente para rescatar, adoptar y cuidar a perros que ya nadie quiere. Cuenta con el auxilio de la municipalidad de Villaguay y de varios "padrinos" que donan alimento o dinero para poder mantener a esos animales. El problema es que él ahora dispone de poco tiempo y recursos porque debe dedicarse a cuidar a su esposa, que atraviesa una muy delicada situación de salud. Necesita, por lo tanto, la ayuda de toda la comunidad (ver aparte).
En diálogo con EL PUEBLO, Mario explicó que su mujer está recuperándose de una serie de afecciones "muy complicadas" por las que fue operada recientemente y que le impiden movilizarse. Él debe entonces destinar una buena parte de cada día a atenderla y le queda muy con poco tiempo para ocuparse de los 20 perros que tiene en su casa.
Por suerte cuenta con el respaldo de varios "padrinos" que colaboran "a voluntad, cuando pueden" y también recibe un aporte de la municipalidad, principalmente para comprar medicación y alimento canino. Tiene además la colaboración del veterinario Miguel Wicky, que presta sus servicios de manera totalmente gratuita. Si no fuese por esa ayuda le resultaría muy difícil o directamente imposible alimentar, cuidar y albergar a todos esos animales.
"Son perros rescatados de la calle, del maltrato, del abandono, en condiciones pésimas. A uno le falta un ojo, a otros una pata y otros son viejos y con problemas neurológicos. Por eso requieren de mayores cuidados, más atención y también muchos gastos. En general no tienen un buen comportamiento y la gente no los adopta: son el 'descarte' de la sociedad", indicó.
Hasta hace unos meses, Mario cuidaba de esos animales junto con su esposa. Pero ella se enfermó, estuvo internada casi un mes en Villaguay y luego fue derivada a Concordia, donde permaneció otro mes y llegó a estar al borde de la muerte. La operaron y lograron salvarla pero ahora tiene por delante una recuperación "larga y costosa". No puede caminar, permanece gran parte del tiempo en cama y sólo puede movilizarse si recibe ayuda.
Él es consciente de que "va a ser muy difícil que ella vuelva a la vida que llevaba antes", pero confía en que podrá retomar algunas de sus actividades, después de algún tiempo y con los correspondientes cuidados.
Mientras tanto debe tomar varios medicamentos y realizarse toda clase de análisis y estudios, por lo que "no hay plata que alcance". Si bien Mario recibe ayuda del municipio y de sus "padrinos", dice que "se hace muy difícil recaudar fondos y tener lo que hace falta", sencillamente porque "la gente puede estar colaborando siempre".
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Cómo colaborar
Además pueden dejar dinero en efectivo en una urna que se encuentra en EL PUEBLO (calle San Martín 360).
