OPINIÓN. Pensando en la Plaza 25 de Mayo


Por Manuela Chiesa de Mammana

Dice el boletín de Arquitectura y Restauración de Valencia (España): "El patrimonio cultural es de todos; su uso constituye un derecho social y su preservación y defensa una responsabilidad de la sociedad. Este patrimonio es vivido por la ciudadanía como algo propio e interesa a la misma ciudad en su conjunto histórico. Por esto las resoluciones que se tomen deben ser globales, nunca romper el vínculo entre arte y ciudad". 


Nuestra plaza nació con el pueblo o quizá al revés: el pueblo nació con la plaza. Tiene tantos años como tiene Villaguay aunque su apariencia fue cambiando con las épocas.

Si leemos los Decretos y Resoluciones Municipales descubriremos cómo poco a poco se fue forjando su historia.

Más o menos así:

En 1890, paseo cercado con postes de madera dura y alambre para evitar la entrada de lecheras y caballos que solían pacer por los alrededores y preservar así sus árboles y plantas…

En 1905, casuarinas y paraísos la distinguían frente a la Municipalidad.

Alrededor de 1920 fue la plaza del jardín francés y las glorietas en las diagonales.

El 4 de marzo de 1945, La Prensa, de Buenos Aires, dedica un suplemento a la Plaza de Villaguay y elogia especialmente "sus hermosos jardines".

Durante muchos años fue la única plaza y quizás de allí su poder de convocatoria. Todas las generaciones del pueblo tejieron en ella algo de su historia. No creo equivocarme cuando digo "todas" ya que el archivo fotográfico me lo confirma.

Este testimonio, más la memoria oral, hacen al patrimonio local y regional, y desestructurarlo desprotege nuestra identidad.

Desconozco el plan de remodelación actual de la Plaza 25 de Mayo pero hago votos para que la modernidad no anule las viejas tradiciones.


"Todas las generaciones del pueblo tejieron algo de su historia en la plaza 25 de Mayo". 

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