Especialistas de distintos países, organizaciones nacionales e internacionales y funcionarios debatieron en Diputados. Quieren que Argentina adopte políticas públicas sobre el tema.
La obesidad infantil es una epidemia, igual que la obesidad, de dimensión mundial. Y Argentina no está exenta de esa tendencia. Es más, en menores de 5 años, Argentina tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso de América Latina, con un 9,9% según el Panorama de Seguridad Alimentaria y Nutricional elaborado por la OPS y FAO recientemente.
Por eso, y ante la falta de leyes específicas para tratar de frenar esa tendencia y mejorar los índices, se reunieron en la Cámara de Diputados expertos de distintos países, organizaciones nacionales e internacionales, también funcionarios y especialistas, para abordar de lleno un problema que, a largo plazo, representará un verdadero desafío para el sistema sanitario, que –de mantenerse la tendencia actual- tendrá que dar asistencia a un alto porcentaje de población con sobrepeso y obesidad, con todos los problemas de salud que eso conlleva, informó Clarín el viernes pasado.
De la exposición participaron expertos de México y Chile, dos países que ya implementaron medidas concretas para afrontar la epidemia de obesidad. En México, se aprobó en 2014 la ley contra la obesidad infantil, que desterró la comida chatarra de las escuelas, también cuentan con un impuesto a las bebidas azucaradas. En Chile, se aprobó una ley de etiquetado que advierte sobre los productos altos en grasas, azúcar y sal. También está regulada la publicidad y los alimentos que ofrecen juguetes a los niños, así como qué tipos de alimentos pueden ofrecer los kioscos escolares.
“Este es un tema muy complejo y muy amplio. La realidad es que si no tenemos un programa concreto, una política púbica en este sentido, las campañas solas no sirven. Hacer una campaña sólo para educar es muy difícil”, opinó durante su exposición el doctor Tito Pizarro, jefe de Políticas Públicas Saludables y Promoción del Ministerio de Salud de Chile.
Los especialistas coincidieron en que para afrontar el tema, es importante abordar al menos cuatro puntos:
1. Gravar con algún impuesto especial a las bebidas azucaradas.
2. Controlar la publicidad dirigida a niños.
3. Contar con un etiquetado que advierta sobre la composición de los alimentos de baja calidad nutricional.
4. Controlar los kioscos escolares y el entorno escolar (que los kioscos no puedan estar a menos de tantos metros de las escuelas). (Fuente: Telefé Noticias).
