En la guardia del Hospital Masvernat, de la ciudad de Concordia, “fue asistido un adolescente de 15 años tras haber participado del juego de la Ballena Azul. Se trata de un caso constatado y documentado”, dijo la Dra. Magalí Pérez Garnier.
La profesional mencionó además que “más allá del furor de la Ballena Azul, hemos asistido a varios adolescentes y jóvenes por casos de autolesión”, afirmó.
Por su parte, la Dra. Contreras, dijo a Central de Noticias que “la adolescencia es una etapa maravillosa pero también compleja, porque suceden cambios a nivel biológico, evolutivos y psicológicos muy importantes, los chicos se sienten en soledad y son vulnerables, por eso son más agresivos consigo mismo y se autolesionan” aseveró.
“Muchas veces buscan llamar la atención con eso o querer pertenecer a un grupo, tienden a copiar este tipo de conductas porque su compañera también lo hace”, indicó.
Lo más increíble de todo es que toda esta movida mundial y cibernética nació de la mente de un chico ruso de 21 años llamado Philip Budeikin, que sin ponerse colorado y sin mostrar la más mínima muestra de arrepentimiento declaró a la prensa: “Sí. Lo hice… murieron felices. Les di lo que no tenían en la vida real: calidez, comprensión y comunicación”.
Budeikin, quien fue expulsado de la universidad de psicología, aseguró que había catalogado en dos grandes grupos a las personas que participaban en las primeras versiones del “juego”: gente y “residuos biodegradables”.
“Ellos son los que no tienen ningún valor o los que sólo harán daño a la comunidad. Estaba limpiando nuestra sociedad de tales personas”, dijo en una entrevista con el portal Saintpetersburg.ru.
Budeikin, que había sido expulsado de la carrera de Psicología, explicó que creó este juego virtual que termina incitando al suicidio en 2013 bajo el nombre F57, uno de los nombres del “grupo de la muerte” de la red social VKontakte, similar al Facebook.
Sin embargo, los 3 años que pasó en los pasillos de la facultad de psicología le dieron las armas suficientes para poner en marcha su macabro juego, del cual explicó que su motivación inicial era ver los efectos del no dormir y cómo afecta el sistema nervioso la falta de sueño: “Si se viola el régimen (dormir entre las 9:00 pm y 8:00 am) la mente se vuelve más accesible a la acción”.
Sobre quienes se suicidaron durante la etapa final del “juego”, que se difunde a través de redes sociales o WhatsApp y de forma secreta, Budeikin negó que hubieran sido 130 los que se quitaron la vida, aunque sí admitió su participación en varios: “Fueron 17. Hay otros con los que hablé pero que se suicidaron después, sin mi influencia directa”, señaló. (Fuente: El Día).
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