Acerca de la desaparición de Karen (*)
Tengo hermanitas,
amigas, conocidas y vecinas de la edad de Karen, la nena desaparecida esta
semana en Villaguay; sé que las buscaría si les sucediera algo así y rogaría para
que aparecieran vivas y sanas. También trataría de ver qué sucede en sus
hogares y cuáles han sido sus motivos para "desaparecer".
Yo también tuve
14 años y la pasaba realmente mal en mi casa: sufría violencia, me escapaba a
lo de mis amigas cada vez que podía y hasta intenté suicidarme. Viví así hasta
los 18 años y nunca tuve a quién contarle mis cosas, por más que había mucha
gente a mi alrededor. Recién cuando mi único hermano se hizo policía (justamente
por la violencia que teníamos en casa), mi viejo nunca más nos levantó la mano
y empezamos a estar más unidos.
Por eso me parece
que no se debe descalificar a "la pendeja" que se va de su casa y
cuestionar su regreso como si la única forma justificada de volver sería
apareciendo muerta en una zanja.
Me alegro mucho
de que Karen haya regresado y espero que se sepa cuáles fueron los verdaderos
motivos por los que se fue de casa sin avisarle a nadie.
(*) El texto fue escrito para EL PUEBLO por una joven
llamada Gisel, de 26 años, ama de casa y mamá de una nena.
