No puedo creer que haya vecinos de Villaguay que durante las últimas semanas han viajado al exterior, ya sea a paÃses limÃtrofes o a otras partes del mundo, y al regresar no han tomado ni siquiera la precaución de quedarse aislados en sus casas durante algunos dÃas, pese a las reiteradas advertencias de que ese tipo de conductas van claramente en contra de los protocolos de prevención contra la pandemia de coronavirus.
Se trata evidentemente de personas que no toman conciencia del peligro que podrÃan representar para sà mismas, para sus familias y para todos los demás. Parecieran olvidar los deberes que les caben por vivir en sociedad.
He tenido conocimiento de médicos y odontólogos que viajaron a EEUU y al volver comenzaron inmediatamente a atender a sus pacientes jubilados. Quizá sea exagerado tratarlos de genocidas (porque hasta el momento, por suerte, no ha habido que lamentar vÃctimas ni enfermos de coronavirus en la ciudad) pero es inevitable pensar que sus comportamientos dejan en evidencia su absoluto desprecio por la salud y las vidas de los demás.
¿Creerán que acá estamos exentos del problema? Claramente no. Ellos, que son profesionales de la medicina, deberÃan ser los primeros en saber que el virus puede llegar a cualquier lado y que resulta imprescindible adoptar precauciones cada vez que se regresa de un viaje al exterior. No puedo dejar de pensar en su tremenda irresponsabilidad de esa gente.
Sólo nos queda confiar en que el resto de la sociedad evitará comportarse de maneras tan desaprensivas y se concientizará lo suficiente como para asumir que nadie está al margen de esta epidemia. Jóvenes y viejos, pobres y ricos, todos. Que no se equivoquen: no estamos exentos.
(Texto enviado a Diario Villaguay).
Se trata evidentemente de personas que no toman conciencia del peligro que podrÃan representar para sà mismas, para sus familias y para todos los demás. Parecieran olvidar los deberes que les caben por vivir en sociedad.
He tenido conocimiento de médicos y odontólogos que viajaron a EEUU y al volver comenzaron inmediatamente a atender a sus pacientes jubilados. Quizá sea exagerado tratarlos de genocidas (porque hasta el momento, por suerte, no ha habido que lamentar vÃctimas ni enfermos de coronavirus en la ciudad) pero es inevitable pensar que sus comportamientos dejan en evidencia su absoluto desprecio por la salud y las vidas de los demás.
¿Creerán que acá estamos exentos del problema? Claramente no. Ellos, que son profesionales de la medicina, deberÃan ser los primeros en saber que el virus puede llegar a cualquier lado y que resulta imprescindible adoptar precauciones cada vez que se regresa de un viaje al exterior. No puedo dejar de pensar en su tremenda irresponsabilidad de esa gente.
Sólo nos queda confiar en que el resto de la sociedad evitará comportarse de maneras tan desaprensivas y se concientizará lo suficiente como para asumir que nadie está al margen de esta epidemia. Jóvenes y viejos, pobres y ricos, todos. Que no se equivoquen: no estamos exentos.
(Texto enviado a Diario Villaguay).
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