Headlines

CHUZO GONZÁLEZ: “LA EXIGENCIA TE HACE SER CADA DÍA MEJOR Y SIEMPRE QUEDA ALGO POR GANAR: LA VIDA ES ESO”


Uno de los mejores jugadores de básquet de Entre Ríos y sin dudas uno de los principales referentes en la historia del deporte villaguayense es Luis Alberto “Chuzo” González, quien la semana pasada estuvo presente en el torneo de básquet comercial que organiza el Club Atlético Huracán. El “Chuzo” jugó con la camiseta de Interbev mostrando un excelente rendimiento y erigiéndose como una de las figuras más destacadas de su equipo. Además, su presencia significó la principal atracción de esta nueva velada de pasión y emociones a través de la pelota anaranjada. Diario EL PUEBLO lo entrevistó de esta manera. 



“En primer término quiero agradecer a todos los muchachos que jugaron conmigo, fue una experiencia linda, hace muchísimo que no venía a Villaguay a jugar, me gustó el nivel, se puso picante el partido en algún momento (risas) los rivales también tienen un muy buen equipo. Felicito al Club Huracán por la organización de este torneo comercial ya que sirve de espejo para los chicos y los jóvenes.

"La verdad que lo disfruté en gran forma, a pesar de que no tenía muchas expectativas debido a que no conocía a mis compañeros, solamente a mi sobrino Mariano Gómez y a Hugo Van Derdonckt, con quien jugamos en Echagüe. El deporte es salud, te educa, te forma y brinda muchas posibilidades. Para mí es muy importante transmitir valores a través del básquet. 


"Nosotros como ex jugadores tenemos que tratar de ser un ejemplo en todo sentido. Principalmente el deporte es un juego, hay que divertirse, jugando para ganar obviamente pero la presión por obtener un resultado no debe hacer olvidar la verdadera esencia. Cuando tenía 15 años a veces me enojaba porque no jugaba tanto y mi director técnico Carlitos Elizalde tuvo un gesto muy grande, me fue a buscar a mi casa, algo que no me olvidé nunca más. Me dijo: “Vos tenés condiciones, yo te voy a entrenar para ponerte bien, pero tenés que sacrificarte, romperte entero para mejorar”. 

"Ése fue el click que me hizo ver la realidad porque yo había empezado muy tarde a jugar al básquetbol (recién a los 13 años), si bien a los 15 ya estaba jugando en primera. Al parecer, mi deseo era jugar más minutos pero sin agregarle tanta calidad a mi juego, pero Carlitos quería que yo mejorara como jugador y también como persona, eso me marcó para toda la vida. Elizalde fue un “distinto” como entrenador para ese momento del básquet de Villaguay y gracias a él hoy soy lo que soy, sin lugar a dudas. 

"En esta carrera también hay un montón de grises, hay muchas derrotas, porque si saco cuentas son más las veces que perdí y me frustré que las que gané, si bien tuve el orgullo de vestir la camiseta de la Selección Argentina. Mi gran sueño era salir campeón, goleador de la Liga Nacional, disputar el Mundial de Clubes, los Sudamericanos y gracias a Dios los pude cumplir. Muchas veces veo el recorrido que hice y se me dieron un montón de cosas, por lo cual tengo que agradecer a Dios, a mi familia y a los contextos que se dieron para darme esta posibilidad. 

"No hay cosa más importante que entender que el camino es con piedras y obstáculos todo el tiempo, pero siempre pensando en el objetivo. También está lo extraordinario, para ser diferente hay que entrenar a fondo, realizar complementos en el gimnasio, ir un ratito antes a la práctica y hacer fundamentos de pie, tirar mucho para mejorar los lanzamientos. Sino la estás metiendo desde una posición, enojarte y seguirlo intentando de ese mismo lugar. 

"Muchas veces no hay que culpar al entrenador sino que los jugadores cada tres meses debemos decirnos ¿qué hicimos para mejorar? Todos los grandes reconocen sus errores y no culpan a nadie porque asumen la culpa ellos mismos. Ahora juego para divertirme, pero siempre le di la misma importancia a todos los partidos, es decir jugué con toda la seriedad así sea con la camiseta de mi club de barrio o con la de la Selección Nacional. 

"Cuando jugaba profesionalmente, la noche anterior a un partido me costaba dormir casi siempre porque me metía mucha presión, lo cual no es saludable pero yo quería rendir. Pero esa exigencia te hace ser cada día mejor y nunca hay que creer que porque ganaste algo no hay más copas por obtener, en realidad siempre hay algo por ganar, la vida es eso. 

"Cuando era chico vivíamos frente a la escuela Sarmiento, teníamos un árbol en casa en el cual colocamos un aro y junto a mi hermano Jorge jugábamos uno contra uno, él me enseñó a tirar. Luego se me fue dando el biotipo, ya que pasé a ser el más alto de la familia, además tenía buen salto.

"Después me fui dando cuenta que existía la posibilidad de jugar al básquet, ya que a diferencia de mis cinco hermanos, el estudio no era mi fuerte (risas), por lo cual siempre los admiré. Y así fui recorriendo un camino que nunca soñé, porque si bien tenía la expectativa pero nunca imaginé lo que la vida me dio a través del deporte. 

"Entre Ríos tiene una característica muy importante que es un biotipo increíble, de acá salen deportistas olímpicos, jugadores de fútbol y de básquet de debajo de las baldosas, también de vóley, rugby y ese capital lo tienen pocas provincias. Sucede que tenemos una mezcla de colectividades impresionante, alemanes, judíos, italianos, belgas. El día que enfrentemos esa realidad de otra manera creo que descubriríamos muchísimos más talentos. 

"Tenemos que abrir la cabeza que cualquiera sea el deporte que hagan nuestros hijos está bien, tienen 28 más las emergentes, hay 36 disciplinas en total para elegir y practicar. El tema es también que desde el Estado tenemos que darles la posibilidad de descubrir en cuál actividad pueden desarrollarse mejor y para eso se necesita una política deportiva a nivel nacional coincidente en este aspecto. 

"Estoy feliz por mis tres hijos, la nena jugó al hockey desde muy pequeña, de los varones el más grande está realizando una campaña muy destacada dentro del básquet profesional, actualmente está en San Lorenzo, integró la Selección Argentina y también jugó en Brasil. El más chico también jugó al básquet. Hay que ser un agradecido a la vida de que los hijos tengan salud y que por supuesto practiquen deportes. 

"Después, uno les da las herramientas, trata de indicarles el camino correcto y acompañarlos, en la Viña del Señor hay de todo y sacrificándose, los sueños son posibles”.

Share this:

 
Copyright © Diario Villaguay. Designed by OddThemes