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Antonella Reding: “LO QUE MÁS ME SORPRENDIÓ FUE EL CAMBIO DE JUGAR EL SEVEN DURANTE TODA MI CAMPAÑA A HACER RUGBY 15”

Antonella Reding está en pleno proceso de adaptación en Córdoba
 Considerada como uno de los mejores proyectos del rugby femenino de Entre Ríos, la villaguayense Antonella Reding decidió dejar el club Echagüe de Paraná para continuar su carrera en Córdoba, jugando en el equipo de la Universidad de esa provincia. Desde hace un tiempo, el cuerpo técnico de la Selección Argentina que ella integra le manifestó que para evolucionar en sus grandes condiciones para practicar este deporte, debería buscar la posibilidad de jugar en Buenos Aires, Córdoba, Rosario o Tucumán, por lo cual apenas finalizó sus estudios de kinesiología, Antonella partió rumbo a la ciudad mediterránea. En la actualidad, volvió a Villaguay para cumplir con la cuarentena obligatoria debido al coronavirus impuesta como medida de prevención por el Gobierno Nacional. EL PUEBLO charló con ella de esta manera. 

- ¿Cómo estás viviendo el particular momento de guardarnos en nuestros hogares que nos impone esta pandemia mundial de coronavirus?

- Desde hace algunas semanas ya paramos con todas las actividades, decidí realizar la cuarentena acá en casa de mis padres en Villaguay. Desde el club nos mandan durante la semana las distintas rutinas de entrenamiento para que realicemos en nuestros hogares y podamos seguir manteniéndonos en forma durante este tiempo de inactividad deportiva. No queda otra que quedarse en casa, cuidarnos, resguardar a toda la comunidad y dentro de las posibilidades, poder entrenar cada uno en su domicilio. Se torna un poco difícil pero gracias a Dios tengo un patio amplio, en el cual puedo correr, además tengo los elementos necesarios como una barra y discos así que puedo entrenarme casi normalmente o en lo posible de la mejor manera.

- ¿Cómo es tu vida en Córdoba? ¿Lograste adaptarte rápidamente?

- Mi primera semana en Córdoba fue bastante difícil, me costó adaptarme, no sabía qué hacer, estuve angustiada, lloraba, me sentía mal porque sentía que tenía que arrancar todo desde cero. Pero en el club, en la parte de entrenamiento las chicas me ayudaron muchísimo, me aconsejaron, me guiaron y me fui encaminando, Fueron sólo dos días de estar bajoneada y después ya arranqué mi vida normal, con las prácticas de kinesiología y el entrenamiento. Si bien viajé a muchos lados e inclusive a otros países con el rugby, esta es la primera vez que me voy de mi casa, de Villaguay, a vivir e instalarme en otro lado. Sentí el desapego, esa sensación asfixiante en primera instancia pero es sólo cuestión de tiempo y lleva un proceso de adaptación. 


Anto en la concentración de la Selección Argentina que se realizó en Córdoba

- ¿Cómo organizaste tu vida allá?

- Por la mañana, de 9 a 13 hs realizo las prácticas de kinesiología en el Hospital Italiano y después por la tarde voy al gimnasio que por suerte me queda muy cerca. A la noche concurro al club, que se llama Universidad Nacional de Córdoba, donde entrenamos rugby con las chicas los días martes y jueves. Otra particularidad de Córdoba es que ahora se inicia el torneo con rugby para quince jugadoras, algo a lo cual voy a tener que adaptarme porque yo acá en Entre Ríos siempre jugué en la modalidad seven. La primera fecha (que ahora obviamente quedó suspendida por el coronavirus) empezaba en abril y después, a mitad de temporada, ya más cerca del Nacional de Clubes, se pasa a jugar seven.

- ¿Qué cosas te sorprendieron del rugby cordobés en el día a día con tus compañeras?

- Básicamente lo que me sorprendió fue el cambio de practicar el seven durante toda mi campaña deportiva a jugar rugby 15, ya que nunca lo había desarrollado. Con todo lo que he vivido dentro del rugby en estos años de práctica intensa, no tenía la más mínima idea de las posiciones ni de la forma en que se jugaba esta modalidad. Por eso, las primeras dos prácticas fueron de mucha información, donde traté de captar todo lo que podía para comprender lo que nos enseñaba el entrenador y entenderlo. De todos modos, hay varias chicas que recién al final del año pasado comenzaron a practicar rugby 15 y también es nuevo para ellas. Es un lindo entrenamiento en conjunto porque yo practicaba sola acá en Villaguay y viajaba a Paraná para jugar en Echagüe los fines de semana. En Córdoba es un entrenamiento muy fuerte y exigente. La parte física la hacemos junto a los varones y luego para los fundamentos y práctica de rugby cada equipo lo hace por separado. Había chicas de otras provincias que todavía no concurrieron durante la primera semana porque no habían empezado la universidad. Por lo que se puede observar hay un excelente nivel y muchas jugadoras, lo cual es muy importante para la competencia.

- En Córdoba hay un gran desarrollo a nivel de las divisiones inferiores ¿lo notaste?

- Sí, por supuesto. Antes de nosotras entrenan los infantiles y es impresionante la cantidad de nenas chiquitas que practican el rugby con un gran entusiasmo, es muy lindo para ver. Además, cuando llegamos nosotras las nenitas nos vinieron a saludar muy emocionadas, sin dudas que se reflejan y toman como ejemplo a las más grandes.

- ¿Qué pudiste averiguar sobre el nivel de competencia?

- La verdad que por el momento no sé mucho de ese tema, pero me han contado que hay dos o tres clubes que son muy fuertes en la modalidad de seven, además son numerosos los clubes que participan, muchos más que acá en Entre Ríos, lo cual indudablemente que eleva la competencia.

- En el rugby 15 vas a tener que cumplir un rol dentro de la cancha que va a ser muy diferente a la función que desarrollabas en el seven?

- Seguramente que sí, en la práctica me pusieron a jugar de segundo centro y la verdad es que no tengo ni idea cuál es la función del segundo centro, pero en los ejercicios que realizamos durante la primera semana principalmente entraron bastante en juego las forwards y nosotras no tuvimos mucha participación. Me han dicho que las que jugamos en la posición de tres cuartos nos tenemos que buscar el juego porque si no nos vamos a aburrir en la cancha (risas). Muy distinto al seven, donde yo entro en contacto mucho más seguido con la pelota, pero será cuestión de adaptarse a este sistema de juego también.

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