Es ya un lugar
común decir que la Argentina vive tiempos difíciles y vuelve a caer en
sucesivas crisis que parecieran no tener fin. Es sin embargo la más estricta verdad.
Se dice también que existen otras crisis, más específicas, no sólo vinculadas a
las erráticas políticas económicas de los distintos gobiernos sino más bien a
determinados sectores y ligadas a cambios culturales y tecnológicos derivados
del mero devenir (o evolución o progreso) de las sociedades.
Una de esas crisis
es, claramente, la de los diarios en papel. Como es lógico, EL PUEBLO no es
ajeno a esa situación pero ha conseguido hasta ahora sobreponerse a tan complicado
panorama y llega hoy a sus 94 años con buena salud. ¿Por qué? Es difícil
saberlo pero cabe suponer que han intervenido al menos dos factores: de un
lado, la prolijidad, seriedad y mesura de este diario, tanto en aspectos
administrativos como periodísticos; del otro, el inquebrantable respaldo por
parte de lectores y anunciantes.
Eso no es nada
nuevo: ya se ha dicho aquí innumerables veces, en cada aniversario, en cada
suplemento especial o en cada acontecimiento significativo. Pero es bueno reiterarlo,
sencillamente porque dar las gracias nunca está de más y también para dejar en
claro que la gente de EL PUEBLO no se olvida nunca de que jamás habría podido
llegar a las puertas de su centenario si no hubiera sido por la gran cantidad
de vecinos que han confiado en este medio desde siempre, en todo momento.
Ojalá que ese
sostén perdure durante mucho tiempo y que el diario pueda seguir informando a
los villaguayenses de la misma o mejor manera que a lo largo de todas estas
largas, complicadas y también satisfactorias décadas.
