Los villaguayenses
César Barreto y su hijo Nahuel obtuvieron el viernes el segundo puesto en la
competencia de tropillas "entabladas" en el 49° Festival Nacional de
Jineteada y Folklore en la ciudad de Diamante. Sólo fueron superados por Camila
Pratto, de la ciudad bonaerense de Arrecifes.
La
"entablada" es una prueba de habilidad en el que varias tropillas son
mezcladas en una especie de corral y luego liberadas a campo abierto para que
localicen a sus respectivos tropilleros y yeguas "madrinas". El
ganador es el jinete que primero junte a toda su tropilla. "No es
fácil", aclaró César Barreto en diálogo con EL PUEBLO.
Padre e hijo son
los únicos villaguayenses que participaron de esa competencia. Tuvieron
enfrente a cuatro tropillas de potros y a un total de 26 de otras
características, procedentes de varias provincias.
Ayer le contaron a
este diario que su tropilla está compuesta por nueve ejemplares, hijos de un
mismo padrillo, que es cruza de Cuarto de Milla. Todos son entrenados durante
aproximadamente un año para poder participar de la "entablada" Además
son utilizados para arrear vacunos y para otros trabajos habituales en el campo.
De hecho, César Barreto se dedica a la producción ganadera en su
establecimiento en el distrito Bergara.
Durante
los últimos cuatro años, padre e hijo se han presentado en festivales
provinciales como el del Crispín Velázquez en Villaguay y el del Caballo en
Urdinarrain, y en eventos de nivel nacional como el de San Luis y el de Jesús
María, en Córdoba.
Cabe precisar que
una tropilla es un conjunto de 8, 10, 12 o más caballos machos de un mismo tipo
y color o pelaje, sin riendas, que son adiestrados para seguir el sonido de un
cencerro que porta la yegua madrina. Esta hembra es llevada por un tropillero
montado sobre otro animal. Muchas tropillas también tienen un caballo de un
color diferente al que llaman “el lunar”, que sirve para diferenciar una
tropilla cuando se mezclan todos los animales y aparecen tropillas de idéntico
pelo y tipo de animales.