Un grupo de 29 argentinos que ingresó este viernes a la Argentina, procedente de Colombia, a través del Puente Artigas, provocó momentos de tensión en Colón, una ciudad turística donde está vigente un decreto municipal que prohíbe alojar visitantes, como recaudo para evitar la transmisión del coronavirus y en respeto a la cuarentena.
Los viajeros fueron llevados, a la espera de que los vinieran a buscar sus familiares, a un complejo ciclístico que está ubicado en las afueras de Colón, propiedad de un privado, al menos para que tuvieran acceso a baños y otros servicios mínimos.
A las 9 de hoy sábado, aún había 8 personas que permanecían en el velódromo, ya que no los habían ido a buscar.
“Estuve desde las 2 de la tarde peleándome con todo el mundo para que esa gente no entre a Colón”, dijo a El Entre Ríos el intendente José Luis Walser, al relatar qué sucedió y fundamentar las razones de su proceder.
“Me entero primero por el cónsul argentino en el Uruguay, luego por Prefectura, después por Gendarmería, que venía un contingente de turistas que estaban aparentemente en Colombia y venían hacia la Argentina. La información no fue clara desde un principio, nadie tenía todos los datos. Gendarmería me pidió un alojamiento para dejar esa gente y yo le dije que no, que a Colón no quería que entren”, continuó Walser.
¿Por qué esa negativa? El presidente municipal lo explicó así: “Me llamó el Prefecto de acá, después el zonal, luego el cónsul pidiéndome que accediera. A todos les explicaba lo mismo: yo tengo en Colón la responsabilidad de cuidar los vecinos. Por el momento tenemos paz social, pero la gente está muy nerviosa y ya había habido algunas insinuaciones de gente que podía ir a escrachar a alojamientos que tuvieran turistas o a cortar rutas. Son vecinos que están muy nerviosos. Yo los entiendo y es mi responsabilidad resguardarlos y contenerlos”.
Ahí no terminó todo. “Como yo me resistí a que ingresen a la ciudad, durante la tarde me llamó la ministra Rosario Romero, para decirme que debíamos conseguir un hospedaje, porque no podían seguir circulando”.
– ¿Qué argumento esgrimía Romero? ¿Por la cuarentena no debían seguir circulando y debían hacerla en Colón?
– Primero decían que los iban a venir a buscar los familiares, que sólo necesitaban un lugar para ir al baño y tener algún servicio. Después, algunos decían que tenían que estar los 15 días haciendo la cuarentena en Colón. Lo cierto es que esa gente fue traída hasta las afueras de la ciudad en un micro de Prefectura. Hicieron contacto con un privado, el dueño de un velódromo, a quien no le dijeron toda la verdad. Le pidieron sólo para ir al baño y tener un servicio mínimo, mientras los venían a buscar, pero pasaba el tiempo y tenía ahí a 29 personas, muchas de las cuales nadie aparecía a llevárselos. Gendarmería estaba gestionando permisos para que los familiares pudieran viajar a buscarlos. Desde Gendarmería tuvimos que ir a asistirlos con mantas, con colchones, para que no duerman a la intemperie.
– ¿Dos integrantes del contingente tenían fiebre?
– No sé nada de que hubiera dos con fiebre. Sólo me consta que una chica fue llevada al hospital pero con un ataque de nervios.
– Fue una situación muy tensa para todos…
– A mí me ponen en un aprieto y no voy a aflojar. Además me generan un conflicto social que no puedo determinar a qué nivel puede escalar. Hay vecinos que quieren ir a echarlos.
– A su vez está la cuestión humanitaria, de asistirlos de alguna manera, ¿no?
– Yo no voy a dejar a un argentino tirado, pero la discusión es otra. Nos quedamos con la discusión superflua. La responsabilidad de los contingentes que estaban fuera del país no es de un intendente sino de Cancillería y brilló por su ausencia. Por eso estaba muy enojado ayer. En momentos tan críticos como estos debemos ser capaces cada uno de hacernos cargo de lo que tenemos que hacer. Yo le decía a la ministra Rosario Romero ‘¿y Cancillería, que tiene un presupuesto millonario, qué hace? ¿No puede mandar un colectivo?’ En realidad puede hacer lo que quiera. Todos se borran y me aprietan a mí, porque realmente sentí presiones absolutas para que deje ingresar a la gente a una ciudad donde yo hace una semana firmé un decreto para que todos los alojamiento devuelvan las reservas que tenían y todas las personas que estén alojadas les dábamos 24 horas para que se vayan. Y lo cumplieron, la mayoría. ¿Cómo voy a permitir que ingresen esas personas que nadie sabe si están o no enfermos y se genera un nerviosismo en la gente? Estoy intentando comunicarme con Cancillería, porque no puede ser que un pueblo de 28000 habitantes tenga que lidiar con situaciones así.
– ¿Queda aún gente alojada en el complejo ciclístico a la espera de familiares?
– Pasadas las 9 de la mañana, un parte de Gendarmería Nacional me informó que, del contingente de 29 argentinos provenientes de Bogotá, aún 8 se encontraban alojados y fueron retirados 21 (Fuente: El Entre Ríos y Génesis24).
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