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"Ni Moya ni la Iglesia han tenido una actitud de colaboración en esta causa"


Tras conocerse la resolución que dispuso llevar a juicio al sacerdote Marcelino Moya por los presuntos abusos sexuales cometidos hace 20 años en la parroquia Santa Rosa de Villaguay, uno de sus denunciantes, Pablo Huck, celebró la decisión judicial y sostuvo que ni el acusado ni la iglesia "han tenido una actitud de colaboración en esta causa"

Consultado por una radio de Paraná, se mostró convencido de que "habrá justicia", pero también aclaró que se trata de "una satisfacción un tanto contenida" porque la resolución podría ser apelada y porque los tiempos judiciales son habitualmente muy largos.


Actitudes

Huck no anduvo con eufemismos para caracterizar a Moya: lo describió como "un perverso y un psicópata de libro: un abusador, que tiene su perfil y su forma de actuar".

Sostuvo además que el cura "estaría en condiciones de afrontar el juicio", a pesar de sus presuntos problemas de salud; de hecho, dijo que ha habido muy poca claridad en todo lo relacionado a la enfermedad infecciosa que estaría padeciendo.

También alertó sobre "las medidas que usan los abogados de embarrar la cancha", que a veces pueden llegar a "desgastar" las causas. A manera de ejemplo, contó que Moya "se negó, mediante su defensor" a someterse a "una pericia psicológica" que había sido solicitada por la querella a través del abogado Florencio Montiel.

"Teniendo en cuenta que ese tipo de pruebas es como una radiografía de la estructura de personalidad, se puede concluir que él tiene algo que ocultar. Si no fuese así, habría accedido [al examen psicológico] sin problemas. Su actitud frente a la denuncia no ha sido en absoluto de colaboración. Ni de él ni de la Iglesia en general", remarcó el denunciante.

Pablo Huck (Foto: Análisis Digital).


 ¿Más víctimas?

"No me cabe duda que hoy en Seguí [la localidad donde el sacerdote se desempeñó en los últimos años] hay chicos que han sufrido abuso, y hay padres que consideran la posibilidad de que Moya haya abusado de sus hijos", dijo Huck.

Por ello, estimó que si su denuncia llegara a tener resolución favorable, "sería como una llave" que permitiría a "mucha gente a animarse a contar" casos similares.

"Me gustaría que los niños que han sufrido abusos en Seguí sean ayudados hoy mismo: que no tengan que esperar 20 o 30 años para resignificar su situación y darse cuenta lo que les pasó. Sería bueno que se les ahorrara todo ese daño", expresó.

"Si Moya recibiera su sanción, seguramente empezarían a aparecer nuevas denuncias que serían importantes para que los niños puedan comenzar a tener contención psicológica y psiquiátrica ahora mismo", recalcó el denunciante.

De esa manera, según dijo, "las víctimas dejarían de sentirse solas" y podrían "sanar de las fuertes marcas que deja el abuso".

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"En muchos casos la Justicia no está preparada"

Pablo Huck sostuvo que "en muchos casos la Justicia no está preparada" para tratar este tipo de cuestiones, porque "es lenta" e impone toda clase de trabas que extienden el sufrimiento de las víctimas.

Si bien dijo que algunos funcionarios judiciales "hacen su trabajo con vocación y compromiso", otros "no se dan cuenta del lugar que ocupan ni de la necesidad social de resoluciones en tiempos breves y de sanciones a los culpables".

"Lo que aporté en denuncia fue más que suficiente. Dejé en claro el modus operandi [de Moya] y mi verdad estuvo respaldada por informes de psicoterapeutas. Sin embargo ya se van a cumplir dos años de la denuncia, y aún no hay definiciones", concluyó.

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