“DURANTE LA DÉCADA DEL 70´ VILLAGUAY ERA LA MECA DEL BOXEO PROVINCIAL Y NACIONAL”


Pedro Farías fue uno de los boxeadores que integró la destacada nómina de una década ilustre para el deporte de los puños en nuestra ciudad, la de los años 70´. Eran tiempos en los cuales Villaguay supo constituirse como un rico semillero para jóvenes valores que nos supieron representar con excelentes trayectorias tanto a nivel provincial como nacional. Junto a EL PUEBLO, Pedro recorrió algo de su exitosa historia dentro del pugilismo amateur y opinó con la agudeza habitual de su mirada sobre los ídolos de antaño. 


- ¿Cómo arrancaste en el boxeo?

- Habré tenido diez años cuando comencé en el viejo club Santa Rosa (hoy desaparecido). Yo era amigo de uno de los hijos de Don Albarracín, quien enseñaba en esa institución, ubicada al lado del cine teatro Emilio Berisso. El hombre, un apasionado del boxeo, tenía un comedor y en el fondo había armado un gimnasio donde entrenaba a varios chicos, entre ellos José Noguera. Como todo pibe, me gustaba andar en la calle y si se armaba pelea me prendía (risas). Me enteré de que en un parque organizaban peleas, hasta que una vez me tocó a mí. Como yo tenía buena contextura física, me hicieron enfrentar a pibe tres años más grande, realmente me “fajó” y me sacó todas las ínfulas de encima (risas). Entonces, motivado por una revancha contra ese chico que nunca sucedió, me interesó aprender a boxear, así que comencé a ir al gimnasio de Don Albarracín. No faltaba nunca, saltaba la cuerda y hacía todos los ejercicios, porque al principio como era pibe, no me daban mucha importancia. Así fui aprendiendo y me gustaba entrenar. Donde hoy está “Polinor” y durante muchos años fue la panadería “El Cisne” (Dorrego y Leopoldo Herrera) había un predio donde se organizaban festivales de boxeo a los cuales yo concurría. Un tiempo después, Albarracín dejó de enseñar y tomó la posta Salud Pública, que fue el club pionero en darle importancia al boxeo. Entonces, nos trasladamos a “Salucho”, donde bajo las órdenes de Don Julio Segovia y el “Negro” Izaguirre empecé a entrenar en serio para comenzar mi carrera amateur.

- ¿Dónde y cuándo realizaste tu primera pelea como amateur?

- Debuté en un festival que se hizo en conmemoración del Aniversario del club Sarmiento, con la lógica autorización de mi papá porque todavía no había cumplido los 15 años, un 23 de abril de 1970. Después, Salud Pública tuvo más apoyo (tanto institucional como a nivel municipal) y periódicamente arrancó a organizar festivales. Recuerdo que en las carteleras estaban como principales protagonistas José Noguera y Juan Almirón (quien fue mi último entrenador). 


- ¿Los años 70´ fueron algo así como la “época de oro” del boxeo en nuestra ciudad?

- Sin ninguna duda que Villaguay en ese momento era la meca del boxeo provincial y nacional, por la cantidad de buenos pugilistas que se formaban acá. A tal punto que un muchacho que fue campeón argentino y sudamericano de los plumas, José Luis Pinyerán, se vino a instalar en nuestra ciudad para entrenar. También Villaguay recuperó a un histórico gran boxeador como Juan Antonio 'Capilla' Cardozo, quien estaba trabajando en Buenos Aires en una carnicería, a la vez que entrenaba y peleaba en el Luna Park. Vino y realizó una pelea memorable contra Víctor “Aconcagua” Ahumada, quien estaba en las vísperas de combatir por el título del mundo contra Bob Foster en Estados Unidos. A partir de ese momento, “Capilla” se instaló definitivamente en Villaguay, donde tenía a toda su familia y se convirtió en un ídolo local. Cardozo era un boxeador explosivo, ya que pegaba muy fuerte con las dos manos. Quizás defensivamente tenía sus defectos pero iba siempre para adelante. En una opinión muy personal, para mí José Noguera fue el boxeador más completo que existió en nuestra ciudad. No era un tipo super potente, pero era muy hábil e inteligente arriba del ring. Se entrenaba religiosamente y tenía unas condiciones técnicas tremendas. Peleó contra todos los mejores de su categoría a nivel nacional y muchas veces lo hizo en el Luna Park. Además, José era muy valiente, porque si en un combate le tocaba prenderse en el “palo por palo” lo hacía sin problemas. Otro magnífico exponente del boxeo villaguayense de aquellos años fue Héctor “Morocho” Uviedo, dueño de una gran potencia y velocidad. “Toto” Barreto fue otro de los boxeadores que disfrutó el público local porque ponía el corazón. Luis “Peteco” Franco también fue uno de nuestros grandes boxeadores, pegaba con ambas manos, tenía excelente técnica y una vista extraordinaria. Después surgió mi hermano menor Jorge, quien realizó la mayoría de sus peleas en Buenos Aires. Jorge debe tener alrededor de 50 peleas y perdió sólo una vez. Se fue a hacer el servicio militar en Azul, un día lo vio pelear el entrenador de Víctor Galíndez y lo llevó al Luna Park, donde entrenó entre otros junto al famoso “Goyo” Peralta y los hermanos Cabral. Este hombre le ofreció conseguirle trabajo para que se quedara allá y así poder desarrollar su carrera. Lamentablemente Jorge ya andaba de novio con quien hoy es su señora, quería formar su familia y eligió quedarse en Villaguay. 


- ¿Cuántas peleas hiciste y por qué dejaste de pelear sin haberte hecho profesional?

- Mi campaña, siempre dentro del campo amateur, fue de 50 peleas, de las cuales empaté tres y perdí tres, dos de ellas contra el mismo rival, un campeón argentino. El resto fueron todas victorias. Entrené muy bien hasta 1975, pero al año siguiente ingresé en el servicio militar. Después entré a trabajar en el hospital Santa Rosa y en año 77 me casé, formé mi familia y ya tenía la obligación de laburar para mantenerla. El boxeo en ese momento no era una actividad rentable como para ganar dinero (aun convirtiéndome en profesional). Y además se hacía difícil conseguirme rivales como amateur porque ya les había ganado prácticamente a todos. Entonces, a pesar de que continué entrenando, como no me salían peleas, ya fui perdiendo el entusiasmo. Una de las últimas posibilidades de subirme al ring fue en Concordia, desde donde me habían llamado para protagonizar el fondo de un festival amateur pero me dijeron que el rival se había enfermado y luego me enteré que se había bajado de la pelea voluntariamente. Eso fue algo que me molestó bastante, porque yo hacía mucho esfuerzo para entrenar, por lo cual hice mi última pelea en La Paz y a pesar de que seguí practicando durante un tiempo, ya había comenzado a hacer otros trabajos, se me fue haciendo escaso el tiempo y abandoné definitivamente. También recuerdo que junto a Héctor Uviedo tuvimos la posibilidad de irnos a Italia, por intermedio de Amílcar Brusa, el entrenador de Carlos Monzón. Estuvimos entrenando muy duro y re entusiasmados durante un tiempo y después nos fueron estirando la fecha del viaje, hasta que como era de esperar, los santafecinos terminaron llevando a Italia a los boxeadores de ellos.



- Hace rato que no tenemos boxeo organizado en Villaguay y se extraña.

- Sí, actualmente tenemos muy buenos valores (Débora Dionicius, Brian Arregui, Marcelo Cóceres, Alexis Rebozzio) como para llevar adelante festivales de importancia pero no es fácil porque son eventos muy costosos y solamente los puede solventar la televisación y los sponsors. Igualmente, en los últimos años, cada vez que se realizaron veladas de TyC Sports en Villaguay, tanto en Huracán como en Salud Pública salieron espectaculares y la gente acompañó en gran número. Y en las veladas amateurs, históricamente, tanto en Salud Pública, en Barrio Sud o en Sarmiento, siempre se realizaron con gimnasios llenos, el boxeo es un deporte que despierta mucha pasión en la gente de nuestra ciudad.


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